4 ENERO, 2025 | MARSHALL FINDLAY
Enero es para muchos el mes de nuevos inicios y tenemos muchas preguntas en cuanto a 2025. ¿Cómo será este año? ¿Cómo haré todo lo que tengo que hacer? ¿Cuál debería ser mi enfoque exactamente?
Afortunadamente en la Biblia podemos ver muchos nuevos inicios que sirven para guiarnos. En Hechos, por ejemplo, Lucas relata la última reunión entre Jesús y sus discípulos —el último mensaje que les dará cara a cara— y con ello un nuevo comienzo: una vida dirigida por el Espíritu Santo.
Las últimas palabras de Jesús muestran a sus discípulos cómo dar sus primeros pasos en este nuevo modo de vivir: confiar en el Dios soberano, depender del Espíritu Santo y testificar acerca del Señor Jesucristo.
Los discípulos se acercan a Jesús esperando que ese fuera el momento en el que Él traería su reino en toda su perfección. Sin embargo, Cristo les recuerda una verdad importante: solamente Dios sabe los tiempos y las épocas.
Para quienes solemos ser orgullosos, esta verdad resulta sumamente molesta. Pero para los que se humillan bajo la poderosa mano de Dios, es un mensaje profundamente esperanzador. Este año nuevo, lleno de incertidumbre y de eventos inesperados, podemos confiar no solo en que nuestro Dios conoce el futuro, sino que ha fijado nuestros tiempos con Su autoridad soberana. Podemos encontrar descanso en esta verdad.
Antes de enviar a sus discípulos a este nuevo comienzo, Jesús los hace esperar en Jerusalén hasta recibir al Espíritu Santo. ¡Qué importante este primer paso y qué difícil a la vez! Pero si vamos a lograr alguna meta significativa este año, lo habremos hecho en dependencia del Señor… es por eso que esperar en Dios es tan importante para nosotros.
¿De dónde viene el poder para vivir la vida cristiana en este año nuevo? Del mismo lugar que Jesus enseñó a sus primeros discípulos: el poder de Su Espíritu. Empecemos y continuemos todo el año confesando una dependencia radical de Dios por Su Espíritu, acercándonos a Él a través de las diversas disciplinas espirituales.
En un mundo lleno de cosas ¿Cuál debería ser nuestro enfoque, nuestro centro este año?
Lucas nos apunta a la misión que Jesús les dio a los discípulos: ser testigos de Cristo. Testificar la verdad que habían escuchado y visto durante el ministerio de Cristo. El mensaje de la vida, muerte y resurrección de Jesús tenía implicaciones para todo el mundo; todo el mundo necesita escuchar sobre la esperanza de la vida eterna que solamente es posible en el Evangelio de Jesús. Este evangelio es el que anunciamos y es el mismo al que debemos aferrarnos. Este año nuevo, sigamos en los pasos de los primeros discípulos. Seamos testigos fieles, que rinden su vida ante la soberanía de Dios y que testifican de Su gran poder.
No necesitamos permanecer inseguros acerca de este nuevo inicio. Confía humildemente en el plan perfecto de nuestro Dios. ¿Te sientes débil e incapaz frente a lo que está por venir este año? Pide a Dios en oración su guía, deja que te ayude a depender del poder del Espíritu Santo para vivir una vida que busca agradarle solo a Él. ¿Te preguntas cuál debería ser tu prioridad este año? En tus relaciones, amistades, en el hogar y trabajo, que tu deseo sea ser un dependiente total de Jesucristo y cualquier nuevo comienzo será más llevadero mientras eres un testigo fiel de Su evangelio.
Salmo 90:12
Enséñanos de tal modo a contar nuestros días,
Que traigamos al corazón sabiduría.