La teología del pacto no es solo una doctrina, sino una guía hermenéutica para interpretar la Biblia. Su premisa central es que Dios se da a conocer y se relaciona con la humanidad a través de pactos, los cuales estructuran su trato con los hombres a lo largo de la historia.

Desde esta perspectiva, la relación de Dios con la humanidad no cambia de manera abrupta, sino que se aclara y profundiza con cada pacto. Así, en lugar de una discontinuidad entre Israel y la Iglesia, o entre el Antiguo y el Nuevo Pacto, encontramos una continuidad progresiva que revela con mayor claridad el propósito divino y su relación con su pueblo.

Los pactos de Dios no solo establecen términos y condiciones en un sentido legal, sino que también reflejan su compromiso afectivo y cercano con su pueblo. Más que simples acuerdos sobre cómo estar en regla con Dios, los pactos son expresiones de amor y comunión, cimentando una relación viva y dinámica entre Él y la humanidad.

Cada pacto revelado en la Biblia es una manifestación de la gracia y el amor de Dios hacia su creación, especialmente hacia la humanidad. En esta serie, exploraremos cómo los pactos forman un hilo conductor en la historia de la redención, funcionando como "anclas" para interpretar las Escrituras y brindándonos una visión clara del plan redentor de Dios.

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