Abre mis ojos 


Iniciamos una nueva serie llamada “Abre mis ojos”, inspirada en el Salmo 119, el poema más extenso de toda la Biblia y una de las expresiones más profundas del amor por la Palabra de Dios. Este salmo, escrito como un acróstico desde la alef hasta la tau, nos recuerda que en cada aspecto de la vida —de la A a la Z— la Palabra de Dios debe ocupar el centro.

A lo largo de esta serie exploraremos seis secciones del salmo para descubrir cómo la Palabra santifica, sostiene, consuela y alegra a quienes confían en el Señor. Nuestro anhelo es que, al meditar en estos pasajes, nuestros ojos se abran para ver la belleza de Dios reflejada en su Palabra, y que cada uno de nosotros, en lo personal, en familia y en comunidad, redescubramos el gozo de vivir guiados por ella.

¡Acompañanos en oración!