Una descripción que Dios hace de sí mismo alrededor de toda la Biblia es ser defensor del débil y menospreciado. En múltiples ocasiones podemos ver que dice de sí mismo ser “Dios del huérfano, la viuda y el extranjero” (Dt 16:11; 26:13).
No podemos obviar que el Dios soberano es consciente de las injusticias que se realizan en contra de los vulnerables. Si bien es cierto, él no imparte siempre justicia de inmediato, confiamos en que así lo hará, de manera plena, perfecta y eterna, cuando Cristo regrese. Además, a designado a su pueblo para cuidar de los vulnerables, acompáñanos en esta nueva serie que inicia este domingo 30 de octubre.