01 La grandeza de la pequeñez (Lucas 9:43-48)
02 El costo del discipulado (Lucas 9:49-62)
03 Mensajeros creíbles (Lucas 10:1-24)
04 Un amor práctico (Lucas 10:25-37)
05 Jesús no nos será quitado (Lucas 10:38-42)
06 ¡Enseñanos a orar Señor Jesús! (Lucas 11:1-13)
07 Siguiendo al Rey supremo (Lucas 11:14-28)
08 El peligro de la apariencia religiosa (Lucas 11:29-54)
09 Sin apariencias, sin miedo, sin verguenza, vive el evangelio (Lucas 12:1-12)
10 Busca el reino de Dios (Lucas 12:13-34)
11 Alertas ante el inminente regreso (Lucas 12:35-48)
12 ¿Paz o división? (Lucas 12:49-59)
13 La grandeza del arrepentimiento (Lucas 13:1-21)
14 Salvación Sorprendente (Lucas 13:22-35)
15 ¿Cuáles son tus prioridades? (Lucas 14:1-14)
16 Recibe y vive (Lucas 14:15-24)
17 Calcula el costo (Lucas 14:25-35)
18 El festín del arrepentimiento (Lucas 15:1-32)
19 Vida y esperanza en el reino (Lucas 16:1-31)
20 Viviendo en el perdón (Lucas 17:1-10)
21 Agradecido y salvado (Lucas 17:11-19)
22 Preparados para el fin (Lucas 17:20-37)
23 Contrastes (Lucas 18:1-17)
24 Posible para Dios (Lucas 18:18-30)
25 Abre mis ojos Señor (Lucas 18:31-43)
26 El Evangelio y su propósito (Lucas 19:1-27)
Seguidores radicales
Continuando con el Evangelio de Lucas, la sección del 9:43b a 13:21 está llena de discursos de Jesús y parábolas. En toda la sección, tanto esos discursos como las acciones de Jesús apuntan a que el reino de Dios es radical. Humildad en vez de orgullo, sencillez en vez de apariencias, integridad sufrida en vez de hipocresía alabada. Seguir a Jesús, estar en su reino, implica tomar decisiones radicales en el presente, con la esperanza de un gozo eterno.
En esta serie deseamos ver que seguir a Jesús implica un cambio radical en lo que valoramos. La humildad, la sencillez, el sufrimiento, la inocencia. Todo esto es algo que hemos de vivir mientras lo predicamos, como los setenta. Al final, nuestra confianza es que el reino de Dios en nuestras vidas crecerá de maneras que ni imaginamos y confiamos en que será igual en aquellos que han de ser salvos por nuestra predicación. ¡Acompañanos!